Hemos dedicado algunos artículos a la economía del conocimiento sin profundizar demasiado en este concepto. Durante este y los próximos tres artículos hablaremos de tres modelos de referencia relacionados con la economía basada en el conocimiento. Se trata de tres teorías que iremos desarrollando en posteriores artículos: la triple hélice (actualmente cuádruple) la teoría de las tres T y la teoría de Clústers. Esta última en dos artículos, el 45 en el que presentaremos la teoría y el 46 en el que lo aplicaremos a los clústers urbanos.

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La triple hélice

Según este modelo, formulado inicialmente por el profesor Henry Etzkowitz de la Universidad de Cambridge en 1966, y desarrollado posteriormente por diferentes autores, la innovación en una economía basada en el conocimiento se produce mediante la interacción entre ciencia y tecnología, empresas y administraciones públicas. Este modelo hace hincapié en las interfaces entre dos o más de las organizaciones de los elementos de la triple hélice, colaborando entre ellas para estimular el intercambio.

Este intercambio entre los elementos de la triple hélice se realiza a diferentes niveles. En primer lugar, se produce una transformación interna en cada una de las hélices, en el sentido del desarrollo de relaciones de cooperación por ejemplo entre empresas mediante alianzas estratégicas, o entre universidades con acciones conjuntas. También con programas de cooperación entre diferentes niveles de la administración.

En segundo lugar, cada una de las hélices influye en el comportamiento de las otras. Por ejemplo, las políticas públicas de fomento de clústers pueden favorecer la creación y el desarrollo de grupos de empresas y fomentar su cooperación. La participación conjunta de empresas y de universidades en un centro tecnológico o en un parque científico afecta el comportamiento de ambas partes. También la creación de organizaciones de promoción de clústers con participación de las tres hélices promueve la colaboración entre las partes.

Las relaciones entre universidad-industria -gobiernos y administración pública, propias del modelo de la triple hélice han evolucionado durante los últimos años, con diferencias notables entre países. En general se ha pasado progresivamente de formas de relación bilateral entre gobierno-universidades, academia-industria y gobierno-industria hacia relaciones triangulares entre las partes, sobre todo a nivel regional y local donde las relaciones personales pueden favorecer esta mayor interrelación. Se entiende por industria la nueva industria formada por un conglomerado de producción industrial y servicios estrechamente interrelacionados.

De esta manera, en diferentes países del mundo están emergiendo formas de cooperación triangular academia-empresa-gobierno con fórmulas jurídicas y organizativas diferentes, pero con el objetivo común de estimular el desarrollo de la economía basada en el conocimiento. Las estrategias de desarrollo económico basadas exclusivamente en la promoción directa de sectores industriales tradicionales, son progresivamente sustituidas por nuevas estrategias de desarrollo económico basadas en el conocimiento en el que participan las tres partes de la triple hélice.

A su vez, estas acciones de cooperación a tres bandas entre esferas institucionales rígidamente separadas, están evolucionando hacia fórmulas flexibles en las que las tres partes se solapan. En este caso, cada una de las partes está asumiendo funciones que tradicionalmente se habían asignado a la otra parte. Por ejemplo, la universidad promueve la creación de nuevas empresas a través de programas de emprendimiento y de servicios de incubación. Algunas grandes empresas ejercen funciones educativas a través de sus centros de formación o de la creación de universidades corporativas. O el gobierno crea fondos de capital riesgo a través de programas de emprendimiento o promueve actividades de I+D colaborativas entre empresas, universidades y laboratorios públicos.

El desarrollo del modelo de innovación basado en la triple hélice ha tenido diferentes formulaciones prácticas en el mundo en los últimos años. En algunos casos, las interacciones se han producido entre individuos y organizaciones de forma natural “de abajo arriba” (“bottom-up”). Sería el caso dominante en EEUU. En otros casos se han promovido a partir de políticas públicas “de arriba abajo” (“top-down”), sería el caso europeo. En la práctica se observan modelos intermedios producto de la dinámica social e institucional local y regional.

La creación de espacios del conocimiento

Es a nivel regional donde suele generarse una mayor dinámica de creación de espacios del conocimiento basados ​​en la triple hélice, tal vez porque es en este ámbito en el que es más fácil conseguir el necesario consenso entre las partes, debido a la mayor colaboración público-privada basada en el conocimiento y la confianza mutuas. En el ámbito regional por otra parte, se facilitan dinámicas de colaboración estatal-regional-local, tanto en la hélice gubernamental como en el empresarial. En el caso de la hélice universitaria la iniciativa corresponde a cada universidad situada en el territorio considerado.

Los agentes promotores del desarrollo económico regional han pasado de políticas basadas en la creación de “climas favorables al desarrollo económico” y de subvenciones a empresas, a la creación de condiciones de entorno favorables al desarrollo de la economía basada en el conocimiento. Entre estas nuevas políticas destaca la creación de espacios de conocimiento o de concentraciones de actividades de I + D relacionadas, en una determinada área local. Algunos autores distinguen tres etapas en la creación de estos espacios creativos.

La primera etapa se conoce por espacio creativo. Consiste en la concentración de capacidades de I + D en diferentes espacios del territorio por especialidades o áreas de conocimiento. Su finalidad en principio no es la de crear riqueza al menos a corto plazo. Algunos de los parques científicos creados en España durante los últimos años responden a esta primera etapa.

La segunda etapa es la conocida por espacio de consenso. Se trata de intentar transformar estos espacios desde espacios creativos con potencial de desarrollo económico a otros espacios donde este desarrollo sea real. Mediante la creación de lugares donde actúan conjuntamente personas de diferentes organizaciones y culturas diversas propias de la triple hélice, con el fin de generar nuevas iniciativas e ideas innovadoras. El parque científico de la Universidad de Barcelona (UB), promovido por el ex-rector Dr. Màrius Rubiralta, fue uno de los pioneros de este tipo de espacios en España.

La tercera etapa consiste en la creación de espacios de innovación, que representan un estadio más avanzado del espacio de consenso con un nivel organizativo que permite un mayor desarrollo de la economía basada en el conocimiento. En este caso, a la presencia de los elementos de la triple hélice, se añade la participación de otros agentes privados como empresas de capital riesgo que actúan directamente en la creación de riqueza. El espacio de innovación representa un estadio más complejo y más integrado en la creación de entornos apropiados para el desarrollo de la economía basada en el conocimiento. Un ejemplo de este modelo hoy en España sería el Parque Barcelona Media promovido por la UPF (Universidad Pompeu Fabra) y otros agentes de la triple hélice, situado en el distrito 22 @ de Barcelona.

A nivel internacional serían espacios de innovación el campus del MIT con influencia en el conjunto del área urbana de Boston o el Silicon Valley y la universidad de Stanford en California.

Durante los últimos años, a la triple hélice anterior, se le ha añadido una cuarta hélice de modo que hoy ya se suele hablar del modelo de la cuádruple hélice. La cuarta hélice se refiere a la sociedad civil que debería jugar un papel importante en la conformación y en la aplicación de las políticas públicas de promoción económica basadas en el conocimiento.

Artículo de Miquel Barceló