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Gestión de la Innovación e I+D: ¿Un eje o dos?

Un fenómeno que ha caracterizado la innovación en nuestro país en los últimos años,y que estamos viendo también reproducido en entornos como Latinoamérica, es el caracterizado por asociar las actividades de innovación al desarrollo de tecnología y un “push” tecnológico que dejaba (y sigue dejando…) el mercado y los modelos de negocio con escaso protagonismo versus la tecnología.

Captura Imatge

Esta realidad ha venido en gran medida promovida y facilitada por las estrategias públicas de promoción del I+D+i en las que la “i pequeña” tenía poco peso y que tendían a identificar la innovación con la tecnología.  Consecuencia de ello, en nuestro país se han realizado numerosos proyectos que un excelente profesor de la Escuela de Ingenieros calificó como I+D+e (Investigación, Desarrollo y estantería…. porque buena parte de los proyectos realizados no aportaban valor a las empresas y terminaban abandonados en la estantería de algún Centro Tecnológico y/o de investigación de la Universidad).

Puede afirmarse con cierta rotundidad que la I+D+i se ha desarrollado priorizando descaradamente el eje tecnológico, dejando de forma alarmante de lado la Gestión de la Innovación en las compañías.

En otras palabras, se ha actuado sobre un único eje del gráfico inferior identificado en la línea de color rojo:

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Lamentablemente no podemos conducir el Delorean de Michael J.Fox para viajar tiempo atrás y arreglar lo que se hizo mal, pero existe margen suficiente y estamos a tiempo para corregir la estrategia, hacer de la necesidad virtud y diseñar estrategias de innovación en los dos ejes y que permitan a las empresas innovar en modelos de negocio, procesos, productos y servicios en un entorno cada vez más incierto y complejo.

El llamado I+D+e del pasado ha repercutido en la percepción en no pocas empresas, especialmente las PYMES, de que la red de ciencia y tecnología no representa una oportunidad real para ellas puesto que el ”modelo” había dejado sus necesidades, realidades y modelos de negocio al margen. En contraposición a esta percepción, que se fundamenta en lo que ya no podemos arreglar, lo cierto es que hoy este país ofrece una red de ciencia y tecnología perfectamente capacitada para ofrecer soluciones a las empresas PYME, y precisamente se espera de esta red que asuma los riesgos tecnológicos (para los que reciben financiación pública de forma más o menos directa o en fondos competitivos) que las PYMES a menudo no están en condiciones de soportar.

El eje tradicionalmente olvidado es el de la Gestión de la Innovación. Lamentablemente figuras con la visión de Amancio Ortega y Steve Jobs para la definición y ejecución de modelos de negocio innovadores surgen con poca frecuencia.  Dejar la innovación en manos de visiones y/o liderazgos individuales o incluso el azar es peligroso para las organizaciones… y sino que se lo pregunten a Nokia que dejó en manos de su CEO la decisión de no lanzar al mercado el primer teléfono y tableta táctil con un margen de siete años antes de lo que hicieran Apple y Samsung.

El mercado va rápido y el mundo cambia con celeridad al igual que los modelos de negocio, los productos y los servicios. Ello obliga a las organizaciones a establecer sistemas y metodologías de la Gestión de la Innovación que las dirijan hacia la Innovación Sistémica y evitar errores como el mencionado de Nokia, fruto de decisiones individuales y liderazgos más o menos acertados dentro de la organización.

Es cierto que la realidad de las PYMES no es la de Samsung y la de Apple, pero las PYMEs cada vez son más conscientes de lo imprescindible que es actuar en el doble eje para garantizar su continuidad, diversificarse y crecer. Las PYMES tienen a su disposición una red de ciencia y tecnología que es necesario y prioritario que conozcan bien y que ofrece excelentes oportunidades, mientras en el eje de la gestión de la innovación existen metodologías, profesionales y empresas sobradamente capacitados para implantar soluciones ajustadas a cada realidad empresarial y hacer posible la Innovación Sistémica.

Poco a poco, las administraciones han identificado la importancia de pasar de la estrategia del push tecnológico a la estrategia de la gestión de la innovación, y no tardaremos (al menos eso esperamos muchos…) en ver instrumentos específicos de promoción e implantación de Modelos de Innovación en las organizaciones, tanto de forma puntual (Ejercicios de detección y definición de oportunidades, productos, servicios y/o nuevos modelos de negocio) como sistémica (La implantación de Sistemas de Gestión de la Innovación de forma análoga a otros sistemas de gestión como los de Calidad).

En otras palabras, se trata de desarrollar y promover instrumentos que faciliten que cada PYME tenga a su Steve Wozniak en el eje tecnológico (en forma de recursos propios y/o aportación de valor y asunción de riesgos del ecosistema de ciencia y tecnología) y a su Steve Jobs en el eje de Gestión de la Innovación (Con convocatorias públicas que promuevan sistemas de gestión de la innovación y/o con el apoyo directo de profesionales de la innovación). De esta manera el gráfico anterior pasaría a ser mucho más prometedor de cara al futuro:

 

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Es un ejercicio interesante valorar el peso de cada eje en cada realidad. Empresas de poca o casi nula base tecnológica pueden ser muy innovadoras en modelos de negocio, productos, servicios, procesos y serlo todavía más considerando de forma recurrente los servicios de Centros tecnológicos, Universidades y, de forma general, del llamado ecosistema de ciencia y tecnología.

Por otro lado, empresas tradicionalmente de push tecnológico y con escaso éxito en la valorización de su tecnología en el mercado, tienen la oportunidad de implementar estrategias para desarrollar el eje de la gestión de la innovación de forma sistémica y valorizar su tecnología en forma de productos, servicios y modelos de negocio de éxito.

Llegados a este punto la clave del éxito es saber balancear el peso de cada eje en cada realidad empresarial e identificar y conocer  el valor que pueden aportar y aportan los profesionales de la Innovación y el Ecosistema de Ciencia y Tecnología.

David Agustin RipollGestión de la Innovación e I+D: ¿Un eje o dos?

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