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La nueva ciudad del siglo XXI. Miquel Barceló. 2017.1

La ciudad actual es resultado natural de un determinado sistema productivo, el que corresponde a la segunda revolución industrial del siglo XX, que tiene su pleno desarrollo durante la segunda mitad del siglo y, en España, sobre todo a partir de los años 60.

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Credit Photo: www.cateconomica.com

El sistema económico basado en la producción industrial, el núcleo tecnológico dominante, el sistema de movilidad basado en el vehículo automóvil y el motor de combustión interna, el sistema energético basado en la electricidad y en los derivados del petróleo, etc determinaron un urbanismo que nos ha llevado a la ciudad dispersa, a la especialización de usos urbanísticos, a la creación de espacios de actividad económica basados en la expansión del polígono industrial situados fuera de las ciudades, etc.

Pero resulta que actualmente estamos en pleno proceso de cambio del sistema productivo, hacia un nuevo modelo en el que la fábrica industrial tradicional se transforma en una cadena de valor global. La innovación es el factor clave de la competitividad, esta innovación sale del conocimiento y la creatividad, el talento de las personas; personas que desean vivir en una nueva ciudad.

Actualmente nos encontramos en un momento de transición, con un sistema energético en crisis y en pleno proceso de transformación, ante la necesidad de un nuevo modelo de movilidad, y con un profundo cambio cultural que prima por ejemplo el valor del intangible sobre el del objeto físico, etc. Todos estos factores, provocan una gran revolución, que conlleva la necesidad de un cambio radical en la forma en que se ha planteado hasta ahora el urbanismo en nuestro país, y en todo el mundo.

Recordando al clásico, podríamos afirmar que este nuevo urbanismo es demasiado importante para dejarlo en manos de los urbanistas, o sólo de los urbanistas. Es necesario que tengamos una nueva visión del hecho urbano que resulta de la integración conceptual de continente y de contenido; el sistema productivo, la nueva realidad económica no pueden ir por un lado y el urbanismo por otra. El nuevo urbanismo deberá ser resultado de la integración de disciplinas como la innovación, la tecnología, el nuevo modelo energético, las políticas educativas y sociales y, por supuesto, las políticas económicas e industriales. No podemos planificar el territorio sin una visión integral de las nuevas tendencias que están determinando la nueva ciudad del siglo XXI. Este cambio radical, se producirá a lo largo de un proceso mas o menos largo, pero este proceso ya ha comenzado.

Pienso que se trata de alinear el nuevo urbanismo con la nueva realidad producto de la actual revolución del conocimiento, o de la innovación o de lo que algunos autores llaman la revolución metropolitana. Si es cierto que estamos en una revolución, seguramente se deberán cortar algunas cabezas, en el sentido metafórico de cabezas conceptuales que han venido funcionando hasta ahora y que ya no dan más de sí. 

Las nuevas centralidades urbanas

El nuevo sistema productivo reclama un nuevo urbanismo y un papel dominante de la innovación y los centros de conocimiento; las nuevas actividades productivas requieren de una visión diferente del planeamiento urbanístico y de la nueva ciudad.

En este sentido, pienso que la existencia actual de suelo industrial en polígonos en proceso progresivo de abandono, nos da una gran oportunidad de transformar este suelo en nueva ciudad, donde la innovación, la tecnología, el conocimiento tengan un papel fundamental. Habrá que profundizar en esta línea, seguramente por la vía de proyectos piloto como los que ya se están trabajando en algunas ciudades del mundo.

Considerando la innovación como una las características de las nuevas centralidades urbanas, se podría considerar el modelo del Distrito 22@ de Barcelona, como un referente a tener en cuenta, actualizando alguno de sus factores de éxito, para nuevos proyectos de centralidad innovadora. En este sentido pienso que actualmente se dan las condiciones, y la necesidad, de incorporar al modelo 22@, tanto la transformación social de barrios colindantes al suelo industrial existente, como la incorporación de determinadas tecnologías al servicio de los ciudadanos y de las actividades ciudadanas de todo tipo.

¿Por qué proyectos como el 22@ funcionó como proyecto de transformación urbana, por lo menos hasta finales de 2007?. ¿Por qué otros muchos proyectos similares iniciados en España durante los últimos veinte años no han funcionado?. ¿Cuáles son los elementos clave que debe reunir un proyecto de transformación urbana que se pueda plantear en el futuro?. Son preguntas clave, que se deberían intentar responder por parte de las ciudades que se planteen este tipo de transformaciones. Y creo que la respuesta correcta pasaría  por la preparación de proyectos y modelos sólidos, por una visión sistémica del fenómeno urbano y por un modelo de gobernanza operativo.

Transformación de los actuales polígonos industriales: como se ha dicho, el suelo industrial hoy existente en España puede representar una gran oportunidad de transformación urbana hacia la nueva ciudad del siglo XXI. Sin embargo, sin un liderazgo público fuerte, algunos de estos suelos se irán transformando en residenciales, reproduciendo el modelo de la ciudad del siglo XX. Con un liderazgo público claro, basado en nuevos criterios de centralidad, se podría avanzar hacia la nueva ciudad del siglo XXI.

Los actuales polígonos industriales situados fuera de trama urbana necesitan reforzar los servicios innovadores a las empresas, activar procesos de clusterización y promover nuevas actividades económicas. Por ello hay que identificar y crear nuevas centralidades en estos polígonos, donde se concentren estos servicios. En algunos casos, ya hay centros de servicios, en otros se deberán crear. En ambos casos se deberán potenciar.

En el caso del suelo industrial situado en trama urbana junto a las viviendas, se podrían identificar algunos proyectos piloto de transformación en la nueva ciudad del siglo XXI, siguiendo una metodología que se está aplicando actualmente aquí y en otros países.

En este último caso, la clave es integrar la transformación urbanística, la estrategia económica de especialización productiva, la incorporación de tecnologías según un modelo smart cities al servicio de los ciudadanos y, por último pero no menos importante, la transformación social de los barrios del entorno del suelo industrial.

Se trata de transformar un suelo industrial urbano en la nueva ciudad del siglo XXI creando un ecosistema innovador urbano integrado por los siguientes subsistemas:

  • Subsistema urbanístico: planeamiento urbano basado en la mezcla de usos, elevadas densidades, nuevas movilidades, plan infraestructuras, generación de suelo público, aplicación de cargas urbanísticas para financiar el conjunto, etc.
  • Subsistema económico: estrategia de desarrollo económico basada en metodologías de especialización inteligente RIS3, procesos de clusterización, detección de actividades urbanas emergentes, atracción de inversiones de alto valor añadido, etc.
  • Subsistema Tecnológico: basado en elementos de la cultura smart-city o wise-cities al servicio de los ciudadanos. Se desarrollan programas relacionados con el uso de las TIC, un nuevo modelo energético para empresas y ciudadanos, infraestructuras tecnológicas, etc.
  • Subsistema social: la transformación urbanística, económica y tecnológica al servicio de los ciudadanos y como palanca de transformación social de los barrios. Acciones concretas, no sólo para evitar la gentrificación (acciones reactivas) si no acciones proactivas sobre todo relacionadas con el sistema educativo, para activar el ascensor social como motor de transformación. Está demostrado que sólo con inversión pública aplicada al urbanismo (como en el caso del barrio de La Mina en Barcelona) no se transforman socialmente los barrios.

La visión y la gestión integral de los cuatro subsistemas urbanos, pueden permitir la transformación del suelo industrial y de posibles barrios degradados, en una nueva ciudad donde sea posible y deseable vivir y trabajar. La nueva ciudad compleja y compacta del siglo XXI. Si el lector quiere profundizar en estos temas puede consultar el libro Citynomics aquí.

Miquel Barceló

Miquel BarcelóLa nueva ciudad del siglo XXI. Miquel Barceló. 2017.1

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