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48. Energía y sostenibilidad 2: retos del sector energético Miquel Barceló, 6 de diciembre 2015

En el artículo anterior, hicimos una breve introducción al concepto de sostenibilidad y destacamos a la energía como la variable clave del modelo sostenibilista, dado que hoy en día el consumo de energía es el principal foco productor de CO2, y su rápido crecimiento el principal factor que está propiciando el cambio climático. En el presente artículo, y en el siguiente, veremos cuáles son los retos del sector energético en la sociedad actual y destacaremos los tres más importantes: seguridad de suministro, sostenibilidad y competitividad.

 

Credit Photo: essenciayespacio.blogspot.com.es.jpg

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a) Seguridad de suministro:

Hoy ya nadie duda de que la energía es un bien escaso, fundamental para el desarrollo económico y social. Así pues, el control de las fuentes de energía, las tecnologías y los procesos para transformarlas en electricidad o carburante, devienen estratégicos. Dejarlo en manos de terceros países incrementa el riesgo político y económico de un país y, por tanto, la competitividad de su tejido industrial. Es ya patente el hecho de que la energía está presente en la agenda política de las reuniones multilaterales de los gobiernos de los países desarrollados.

A pesar de que, por razones diversas de índole política, llevamos meses con bajos precios de la energía, las estimaciones a medio y a largo plazo de la International Energy Agency prevén un incremento sostenido de los precios del petróleo y del gas, debido a que las reservas son limitadas y al intenso crecimiento del consumo en Asia. En este sentido, es necesario replantear el análisis económico de costes comparativos de distintas fuentes energéticas, e incluso la rentabilidad de las medidas de ahorro y de eficiencia energética, teniendo en cuenta dichas proyecciones a largo plazo, así como una evaluación del riesgo tomando en consideración distintos escenarios.

De esta reflexión se deduce que uno de los elementos claves del futuro energético es la seguridad de suministro. La mayoría de expertos considera que ya no podemos depender de unas pocas fuentes energéticas, hay que utilizar un “mix” energético basado en un mayor número de fuentes autóctonas y renovables, y diversificar las fuentes y las vías de acceso a los combustibles importados; asimismo, y sobre todo, la reducción del consumo es una pieza fundamental de esta estrategia.

b) Sostenibilidad:

El motor impulsado por la Unión Europea asumiendo primero el cumplimiento del Protocolo de Kioto, y recientemente el de París, ha obligado a los países miembros a dirigir sus políticas hacia una economía basada en el ahorro de energía y en la generación limpia, con el objetivo de evitar emisiones de CO2.

La protección medioambiental se ha convertido en uno de los elementos clave de la política europea. La UE está liderando la reducción de emisiones de CO2 y, con eso, está colaborando a impulsar una industria propia a través de sus programas de investigación y desarrollo tecnológico.

En este sentido la UE ha asumido realmente, y probablemente es una de las pocas ocasiones en que lo ha hecho, el liderazgo mundial de la industria capaz de mitigar las emisiones de CO2. Sin embargo, la inercia que debe superar el cambio de modelo energético hacia una generación más limpia es muy elevada, y requiere de un cierto tiempo. Durante los próximos años, será necesario desarrollar las tecnologías adecuadas, ponerlas a punto y demostrar su fiabilidad y su rentabilidad en un entorno “hostil” y dominado por los modelos energéticos convencionales.

El objetivo que la UE se fijó en 2007, era reducir un 20% el nivel de emisiones en el año 2020 y conseguir, que, a partir de esa fecha, el nivel de emisiones se reduzca del orden de un 50% antes de final de siglo. A través de la política europea y de sus estados miembros, la industria energética y de bienes de equipo tiene la oportunidad de crear un nuevo marco de negocio con nuevos servicios y nuevos productos capaces de ser competitivos a nivel global.

La UE estimó que esta oportunidad generaría alrededor de un millón de nuevos puestos de trabajo en los sectores del ahorro y eficiencia energética, las energías renovables y las tecnologías de captura y confinamiento de CO2.

Para impulsar con más efectividad estas políticas, la UE creó diversos instrumentos entre los que merece destacar: el marco económico del esquema de comercio de emisiones (EU Emissions Trading Scheme), y el Programa Horizonte 2020 de I+D, en el que la energía y el medio ambiente tienen un papel principal. Asimismo, ha impulsado compromisos vinculantes para conseguir un ahorro de un 20% de energía primaria en el 2020, y un 20% de penetración de las energías renovables en el 2020. Es lo que se conoce como el programa 20/20/20 para el año 2020, implementado el 2009 mediante el Paquete Energia y Clima. Posteriormente, el 2012, la Directiva de Eficiencia Energética (EED) estableció nuevas medidas para corregir el retraso en el cumplimiento de los objetivos previstos. En octubre de 2014, el Consejo Europeo aprobó una nueva propuesta con un nuevo sistema de gobernanza y nuevos objetivos para 2030.

c) Competitividad:

Además de la seguridad de suministro y la sostenibilidad es necesario que las nuevas fuentes de energía, y que los modelos de negocio sobre los que se base nuestro futuro, sean competitivas.

Deben revisarse los mecanismos de mercado para evitar que los verdaderos costes queden ocultos en beneficio de una posición dominante. En un sector tan estratégico para el desarrollo económico y social de un país hay que establecer instrumentos regulatorios muy firmes y transparentes que aseguren que los precios son fiables por parte de todos los jugadores. En estas condiciones los nuevos modelos de negocio basados en las energías limpias deben demostrar su capacidad de competir.

Probablemente nos demos cuenta que preservar el medio ambiente tiene un coste, debemos evaluarlo para internalizarlo en cada uno de los procesos, e inducir a través del precio inversiones en este nuevo sector.

El sector energético está cambiado muy rápidamente y dentro de veinticinco años el modelo energético que tendremos no se parecerá en nada al que teníamos hace veinticinco años. Esto quiere decir, que están aflorando inmensas oportunidades para situarse en primera fila en el desarrollo de las tecnologías limpias y competitivas, que en el futuro podrán alcanzar una importante cuota de mercado. Pocos sectores económicos están en esta situación.

A continuación, se presenta una figura en la que la empresa BP (British Petroleum) analiza los elementos clave de nuestro futuro energético.

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Esta importante empresa petrolífera, situa en el centro de su modelo de factores clave a la tecnologia que, según ellos, implicará o estará en la base del cambio en los otros factores: el crecimiento de la demanda, los retos de sumininstro, las restricciones ambientales y la seguridad de suministro.  En cualquier caso, todos estos factores, junto con las políticas públicas, serán determinantes del futuro energético del mundo.

En el próximo artículo veremos veamos cuales son los principales retos de cada una de las fuentes energéticas que tendrán un papel sobresaliente en el futuro.

 Artículo de Miquel Barceló

Miquel Barceló48. Energía y sostenibilidad 2: retos del sector energético Miquel Barceló, 6 de diciembre 2015

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